Obtener una padre. Ponle un gran corazón, un diagnóstico que pesa incluso con solo escucharlo, las voces y el alcohol. Sume un dolor, luego otra pérdida, luego una, dos rupturas, un escape y una rendición. Agrega un hijo, luego otro y otro. Ponga en él a una mujer que pierde el amor, pero que no se rinde y no se hace a un lado. Luego ponle la fragmentación: la gente se dispersa. Un grupo que se está desintegrando, un núcleo que se va.
Personas Vagabundo viven encerrados en una pluralidad de jaulas, invisible pero tangible, del que parece imposible salir. Garantizarle uno la casa en el que vivir, siguiendo el modelo Housing First, es la herramienta más eficaz para devolverles libertad y la dignidad que merecen.
Mis nietas tienen una choza de tela. En el interior hay un poco de todo. Los padres, yo, la abuela y todas las personas con las que están conectados para poner allí. La cabaña tiene ventanas y ellos eligen cuándo bajar o subir las persianas. La cabaña está ahí, en su habitación. A veces lo juegan, a veces prefieren quedarse en otro lugar.